Las persianas de aluminio aportan seguridad, intimidad, elegancia y aislamiento a nuestras viviendas. El aluminio es un elemento que resiste en el tiempo, liviano y no inflamable y que casi no requiere mantenimiento. La limpieza es muy importante para cuidar y conservar nuestras persianas como el primer día. En este articulo les ensañamos algunos secretos, muy simples, para su limpieza y para que parezcan impecables.
La primera fase para la limpieza de este material es el agua caliente a la cual añadiremos un par de gotas de detergente suave y no agresivo. Esta combinación debe pasarse de manera suave por las hojas de la persiana con un paño o esponja.
Si las persianas tengan manchas más difíciles de remover, podemos añadir a la solución unas gotas de amoníaco, frotando las zonas con un cepillo. Es recomendable también utilizar bicarbonato, zumo de limón o vinagre, todos productos muy eficaces en la limpieza de este material.
Una vez limpias, llevaremos a cabo un atento y cuidadoso enjuague para eliminar cualquier resto de detergente. El secado de la persiana se hará de forma natural.
Una última advertencia: no es recomendable el uso de detergentes o productos abrasivos o ácidos ya que puede deteriorar el lacado de las persianas.